Un ufólogo calificó al caso de patraña y fraude que incluso podría tener como inspiración un film español de la década del setenta
Un ufólogo desacreditó la supuesta veracidad de las huellas atribuidas a un fenómeno ovni aparecidas a principios de marzo en el aeroclub de Carmen de Areco y calificó al hecho que causó enorme notoriedad como “patraña” y un “fraude” que incluso podría tener como inspiración un film español de la década del setenta.
El titular de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) y miembro fundador del colectivo Investigadores del Campo Ovni Unidos (ICOU), Luis Burgos, consideró que el caso que justamente estudió en el terreno con otros quince expertos en el tema, “al igual de lo que ocurre con las aplicaciones con fantasmas, duendes y hasta apariciones marianas incluye las huellas fabricadas por intereses que ignoramos”.
Para despejar dudas, los investigadores desplegaron sobre los tres círculos de entre 17,50 y 18,80 metros aparecidos en el aeroclub el protocolo de fenómeno de aterrizaje ovni que echó por tierra la posibilidad que una nave extraterrestre haya sido la responsable de las marcadas allí encontradas.
Patrones tales como signos de combustión, variaciones térmicas, radioactividad y presencia de limadura de hierro arrojaron un resultado negativo y a eso se sumó la ausencia del clásico hongo Calvia Lilacina y de testigos presenciales, elementos valiosos para encuadrar cualquier eventual episodio dentro de la casuística ovni.
En su blog, “Ovnis en el Siglo XXI”, Burgos hace hincapié en que el caso de Carmen de Areco “marca una extrañeza total de acuerdo a los indicios analizados” al punto, afirma que “allí nada deja entrever que en ese lugar se posó una o más naves espaciales”.
Al profundizar sobre los destalles que el grupo de ufólogos analizó en el aeroclub, el investigador platense destacó que “la coloración amarronada de la vegetación afectada hace suponer que alguien diseminó en forma circular un tipo de herbicida que causó efecto dañino y tardó entre cinco o seis días en aflorar”.
La teoría se apoya en que el 5 de marzo un piloto divisó la que por entonces era una única huella marcada en la pista de pasto y recién el 11 de marzo aparecieron conformados los tres anillos que dieron vida a esta historia.
De película
A criterio de Burgos, la persona que marcó las huellas “trabajó posiblemente más de una noche para elaborar la patraña” en la cual supone que la mayor dificultad estuvo en la tarea de hacer las marcas más cercanas a la Ruta 7, distante a unos 40 metros de ese punto, sin ser descubierto por ningún automovilista.
Además, el titular de FAO hizo foco en un detalle aportado por otro de los investigadores: la similitud de los tres círculos del aeroclub con los de un film español de 1972, que se apoya en una trágica historia real en Tarrasa, cercana a Barcelona.
La película dirigida por Oscar Aibar se titula “Platillos Volantes” y en un tramo uno de los protagonistas recibe un extraño croquis con tres círculos dibujados que remiten a un terreno donde las circunferencias aparecen como huellas. Lo singular es que el croquis y las huellas de la película y las marcas encontradas en Carmen de Areco guardan una sospechosa coincidencia que anima a Burgos a denunciar lo que considera “es un fraude”.
Un ufólogo desacreditó la supuesta veracidad de las huellas atribuidas a un fenómeno ovni aparecidas a principios de marzo en el aeroclub de Carmen de Areco y calificó al hecho que causó enorme notoriedad como “patraña” y un “fraude” que incluso podría tener como inspiración un film español de la década del setenta.
El titular de la Fundación Argentina de Ovnilogía (FAO) y miembro fundador del colectivo Investigadores del Campo Ovni Unidos (ICOU), Luis Burgos, consideró que el caso que justamente estudió en el terreno con otros quince expertos en el tema, “al igual de lo que ocurre con las aplicaciones con fantasmas, duendes y hasta apariciones marianas incluye las huellas fabricadas por intereses que ignoramos”.
Para despejar dudas, los investigadores desplegaron sobre los tres círculos de entre 17,50 y 18,80 metros aparecidos en el aeroclub el protocolo de fenómeno de aterrizaje ovni que echó por tierra la posibilidad que una nave extraterrestre haya sido la responsable de las marcadas allí encontradas.
Patrones tales como signos de combustión, variaciones térmicas, radioactividad y presencia de limadura de hierro arrojaron un resultado negativo y a eso se sumó la ausencia del clásico hongo Calvia Lilacina y de testigos presenciales, elementos valiosos para encuadrar cualquier eventual episodio dentro de la casuística ovni.
En su blog, “Ovnis en el Siglo XXI”, Burgos hace hincapié en que el caso de Carmen de Areco “marca una extrañeza total de acuerdo a los indicios analizados” al punto, afirma que “allí nada deja entrever que en ese lugar se posó una o más naves espaciales”.
Al profundizar sobre los destalles que el grupo de ufólogos analizó en el aeroclub, el investigador platense destacó que “la coloración amarronada de la vegetación afectada hace suponer que alguien diseminó en forma circular un tipo de herbicida que causó efecto dañino y tardó entre cinco o seis días en aflorar”.
La teoría se apoya en que el 5 de marzo un piloto divisó la que por entonces era una única huella marcada en la pista de pasto y recién el 11 de marzo aparecieron conformados los tres anillos que dieron vida a esta historia.
De película
A criterio de Burgos, la persona que marcó las huellas “trabajó posiblemente más de una noche para elaborar la patraña” en la cual supone que la mayor dificultad estuvo en la tarea de hacer las marcas más cercanas a la Ruta 7, distante a unos 40 metros de ese punto, sin ser descubierto por ningún automovilista.
Además, el titular de FAO hizo foco en un detalle aportado por otro de los investigadores: la similitud de los tres círculos del aeroclub con los de un film español de 1972, que se apoya en una trágica historia real en Tarrasa, cercana a Barcelona.
La película dirigida por Oscar Aibar se titula “Platillos Volantes” y en un tramo uno de los protagonistas recibe un extraño croquis con tres círculos dibujados que remiten a un terreno donde las circunferencias aparecen como huellas. Lo singular es que el croquis y las huellas de la película y las marcas encontradas en Carmen de Areco guardan una sospechosa coincidencia que anima a Burgos a denunciar lo que considera “es un fraude”.
Comentarios
Publicar un comentario